“Y DESPOJANDO A LOS PRINCIPADOS Y A LAS POTESTADES, LOS EXHIBIÓ PÚBLICAMENTE, TRIUNFANDO SOBRE ELLOS EN A CRUZ”
COL 2:15

Cuando entramos en el fondo de esta controversia encontramos como la gente se salva de la devastación del pecado por medio de lo que hizo otro, en este caso, Jesús. Más claro, no canta un gallo, lee detenidamente por un momento y medita acerca de esto, gracias a otro tú fuiste redimido. Entiendes o no entiendes, en otras palabras eras un esclavo y en esa liberación se necesito ayuda exterior. De esta manera llegamos a la conclusión de que esta humanidad está atada a un poder más fuerte que ella misma. Gracias a esa liberación no importa cuán corrompida haya sido tu vida por medio de Cristo llegamos a ser libres de ese poder esclavizador. Como humanos debemos enfrentarnos a ese poder, un poder que le encanta arruinar vidas y llevarnos de vuelta al valle de nuestras debilidades. Esa esclavitud de la cual fuimos libertados no es impuesta solamente desde afuera, mas bien, es una que proviene desde dentro de nosotros. Ahora bien, cada día debemos estar apercibidos y listos para cada batalla que se nos presenta.

Las fuerzas del mal controladas por su líder Satanás procuraran destruirnos y controlarnos a sus anchas. Aunque después de la cruz, la victoria fue asegurada todavía existe un conflicto cósmico y feroz. No sientas miedo por esto, porque la victoria pertenece a Dios y la podemos compartir por la fe. Para que tengas una idea clara de quienes son estos principados, estos son un conjunto de fuerzas malignas que pueden ser gobernantes civiles como poderes sobrenaturales. Abundando un poco más sobre lo antes expuesto podemos conectar seres espirituales con las fuerzas que gobiernan la vida humana fuera de Cristo, estas pueden ser políticas, sociales, tradicionales o religiosas. En Isaías 24:21, el contraste entre los reyes de la tierra sobre la tierra y el ejército de los cielos en lo alto parece indicar que los primeros son humanos y los segundos se refieren a Satanás y sus Ángeles caídos.

El apóstol llama a Satanás “príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2) y a los dirigentes invisibles de la impiedad, “gobernadores de las tinieblas de este siglo, que viven en las regiones celestes (Efesios 6:12). El hombre está servido a estos poderes cuando vive fuera de Cristo, las presiones presentes y el temor al futuro, así como las demandas de la vida, la sociedad, la ideología ejercen una verdadera presión para que nos separemos de Dios. Pero, tranquilos puesto que hemos sido liberados de nuestros pecados y de ser esclavos de esos poderes, lo que si necesitamos hermanos es comprender a cavalidad esa victoria y cada dia reclamarla como nuestra.

En resumen, no te puedes dormir, porque la batalla que estas riñendo los ojos humanos no la ven, no obstante, el ejercito de Dios está en el terreno procurando salvar a esas almas que todavía pertenecen al ejercito del maligno. Siempre que el hombre procure ponerse en armonía con Dios, sabrá que la afrenta de la cruz no ha cesado, recuerda que principados, potestades y huestes espirituales de la maldad de las regiones celestes se alistaran contra todo aquel que quiera obedecer la ley de Dios. Cristo cancelo nuestra deuda y de qué manera, los clavos que causaron la muerte de Jesús dieron también muerte a la ley que era un real adversario. Pero en la cruz fue vencido el pecado, no solo como culpa, sino también como poder. Es cierto que este poder todavía continua en el fondo de nuestra vieja naturaleza, pero fue abolido y porque nuestra deuda fue abolida.

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