Muchas mujeres consideran que sus maridos no valen la pena. Sienten que estan obligadas a humillarce para amarlos, cuando el es la parte culpable. No te engañes.
Cuando una mujer esta dispùesta a perdonar y recuperar el afecto de su marido, estara recuperando mucho ,mas que su afecto. Una vez que un marido recapacita y entiende lo cerca que estaba de perder todo lo que mas ama, estara profunadamente agradecido con la buena mujer que lo amo con toda su necedad. Ella habra ganado su respeto ademas de su amor, porque el sabra que ella es la clase de mujer que apoya a su marido. Pocas mujeres llegan a saber lo que significa ser apreciadas por sus maridos, pero si lo amas en medio de esta clase de problemas, seras apreciada.
DIOS esta contigo cuando tu apoyas a tu marido, pero estaras sola si insistes en defender tus derechos. Siempre recuerda que el dia que dejes de ser agradecida, ese dia dejas de tratar de hacer que tu matrimonio sea divino, y es el primer dia en el proceso que conduce a tu juicio de divorcio.
APOYA A TU MARIDO.
El corazon alegre hermosea el rostro, mas por el dolor del corazon, el espiritu se abate Prov. 15:13.
La perfecta voluntad de DIOS para mi vida es que yo aprenda a ser la mejor ayuda idonea posible.
Una condicion de auto compadecida, herida, desalentada o hasta enfermiza es un lado de la moneda de un "mal matrimonio". Los hombres en general, sienten rechazo por la mujer que proyecta esta imagen. El espiritu del hombre le dice que su esposa lo esta rechazando y manipulando cuando ella manifiesta constantemente un espiritu abatido, y el reaccionara con ira. El otro lado de la moneda falsa incluye un espiritu de amargura, enojo y resentimiento.
La voluntad de DIOS es que la esposa tenga un corazon gozoso, un rostro alegre y un resplandor que sea capaz de refrescar al marido mas estresado y agotado que exista sobre el planeta.La alegria rebosante rinde mucho en el mantenimiento o incluso en la restauracion de un matrimonio.
Toma la desicion ahora mismo de romper el habito de POBRECITA DE MI. Hoi mismo registralo como un pecado y una rebelion desechalos de tu vida.
Asegurate que cada mañana, lo primero que vea tu marido en tu rostro sea una suave sonrisa. Cuando se sienten a la mesa, siempre mustra gratitud por medio de una sonrisa y un espiritu alegre (medita en el salmos 100)
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