Confesiones bajo la higuera II (Elohim Nisi)

Aunque no comprenda, a tu lado quiero estar…

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Como son mas altos los cielos que la tierra, así son mis caminos mas altos que vuestros caminos, y mis pensamientos mas que vuestros pensamientos.

(Is 55:8 y 9)

Estoy acostumbrada a transitar diferentes caminos y en medio de laberintos sin salida enfrentar tormentas, en soledad, con frío, hambre y hasta confundida, pero siempre con la convicción de saberte a mi lado, todo fue para bien.

Tu me has guiado, aun, antes de conocerte yo a ti, me permitiste aprender y crecer en sabiduría, experimentar los sentimientos humanos que en el mundo se acentúan, para serte útil como instrumento, un día ya previsto, desde el vientre de mi madre.

Las etapas transitadas, con errores o aciertos, fueron una secuencia de experiencias que sumaron a mi haber conocimiento, entendimiento y sensibilidad práctica ante las necesidades de mi prójimo.

Me has hecho crecer en amor, desde la experiencia misma del desamor, me has mostrado tu rostro para comprender los secretos más íntimos de tu corazón y atesorándolos como propios, solo así pude madurar y darle forma

a mi propio ser, garabateando tus verdades, que de mi corazón haces fluir, cuando estamos juntos.

Me has llevado y me llevas por desiertos, los caminos menos transitado son tus preferidos para mis aventuras, a solas logras darme de tu amistad, que nos une en un mismo sentir, respirando el mismo aire y bajo un mismo sol, en cada nuevo amanecer.

Me llevas a vivir al extremo, cada experiencia que vivifica, tu eres mi fuente de agua fresca que da vida y me levanta, resurgiendo dentro del tiempo que me regalas, donde delineas tu propósito sobre mi vida, perfeccionando tu obra en mi corazón y haciéndome testimonio de tu presencia y tu amor.

Buscas la perfección, la excelencia, y para ello, tu trabajo en mi corazón es minucioso y sumamente delicado, donde tallas con perfección suprema tu verdad en mi alma, allí donde nadie llega, donde confiscas amorosamente mis sentidos y me pules hasta los tuétanos con tus manos maestras.

Te conocí en medio de la necesidad, en pruebas y tempestades que golpeaban mi alma hasta el dolor mismo de llevarme a la enloquecedora perdida de toda esperanza, pensando en la imposibilidad de revertir una muerte segura.

Agonizante, sin esperar grandes milagros, visibles ni extraordinarios cambios, que despertaran mi curiosidad por conocerte, solo me basto tu dulce presencia entrando en mi corazón, y la certeza de que allí estabas tomando el control de mi vida.

Jama espere ver demasiado para creerte, y seguirte, fue para mi una necesidad, no una opción. Nunca pensé cambiar tanto, mucho menos aprender lo que en el tiempo me has enseñado sobre el amor y el secreto milenario de tu divinidad.

Una y otra vez das vuelta a la rueda, allí donde limpias mi mente, mi corazón, donde haces añico lo que no sirve, manifiestas tu poder a través de tu amor, es cuando me siento libre, y vuelvo a nacer, donde siento que todo es posible y tus brazos, el único lugar seguro donde quiero estar.

Idas y venidas hay en mi vida, angustias, tropiezos, desilusiones, desengaños y mentiras, son condimentos diarios, pero aun así no me arrepiento de seguirte, y solo a ti serte fiel, es mi mayor anhelo

Nada reclamo, solo clamo a ti en silencio, donde nadie llega, donde nadie escucha, nadie entiende, solo tu y yo entramos, sumergidos en una dimensión divina de gloria que nos entrelaza en oración.

Mi amor esta intacto, mi fe esta humanamente estable y mas allá de mis defectos y virtudes, de mis tropiezos y de todo aquellos rasgos mundanos, que aun siguen impregnados en mi, te alabo con todo mi ser y te glorifico en medio de la enfermedad, este doloroso camino por el cual hoy me llevas a transitar .

Se en quien he creído, tus propósitos, tus pensamientos que no comprendo, con mi entendimiento humano, pero, si experimentar semejante dolor físico, es el sello que impregnara mi alma en esta oportunidad, como señal de tu obrar en mi, no pasare esta copa, la he de beber, en tu nombre y para tu gloria, mi Señor.

En tus manos descanso, en esta pausa de dolor que me brindas, este descanso que le das a mi cuerpo, abatido por un mal que produce mayor necesidad de ti en mi vida y mayor convicción de tu amor que engrandece mi existir y me lleva a comprender y mirar con tus ojos, el dolor humano.

Este mal pasajero, pronto desaparecerá, así lo declaro, aun en contra de lo que la ciencia del hombre exponga, solo yo se que tu me has liberado y que en tus llagas me hiciste y sana, pero tu has considerado necesario mi transitar por este camino, y así yo lo haré asida de tu mano, porque se que tu y yo, nos encontramos, entre la parra y la higuera.

Vistas: 24

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Amigos Cristianos para agregar comentarios!

Únete a Amigos Cristianos





Cumpleaños

© 2024   Creada por Luis Bravo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Términos de servicio