Sal 51:17 El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
Esta porción del salmo comienza hablando sobre el sacrificio. En el antiguo testamento los sacrificios se referían a animales que se mataban y se colocaban en un altar y estos eran quemados, esta era la manera en que los hombres adoraban a Dios.
Me gusta como traduce Reina Valera el inicio de este salmo; en ella el salmo 51:17 empieza así: “Los sacrificios de Dios”
Hay sacrificios que son de Dios y hay sacrificios que son de los hombres.
Hay sacrificios que tienen su origen en Dios y hay sacrificios que tienen su origen en los hombres.
¿Qué nos dice esto?
Que el hombre tienen muchas ideas, conceptos aprendidos de la religión del como agradar a Dios, el hombre cree que quizás haciendo largas caminatas agrada a Dios, o absteniéndose de comer carnes por unos días agrada a Dios. El hombre cree que yendo a misa o a la iglesia los domingos ya agrada a Dios. Porque todo esto para él, es un sacrificio. Es La manera aprendida que las religiones le enseñaron que los que hacen tal o cual cosa ya agradan a Dios y se tienen el cielo ganado.
Pero Dios dice en su palabra, que si te vas a acercar a Él. Debes de hacerlo a su manera. Quien no sigue los protocolos del Rey, quien no sigue los protocolos de Dios es rechazado, es despreciado o dicho de otra manera no es tenido en cuenta.
¿Quieres el favor de Dios? ¿Quieres que el oiga tu oración? ¿Quieres acercarte a Él? Debes seguir el protocolo del reino. Y este protocolo dice que tú tienes que tener un corazón quebrantado. Un corazón contrito, un corazón humillado.
Que es un corazón quebrantado, contrito y humillado.
Es un corazón que ha dejado de ofrecer resistencia.
Imagina que estas Tratando de romper una vara de madera con ambas manos, veras, que esta al principio ofrece cierta resistencia, hasta que la llevas al límite y luego la misma cede y se quiebra, ahora tienes dos pedazos, dos mitades, ponlos juntos y repite el proceso, se torna más difícil esta vez, debes de ejercer más presión, hasta que encuentras el punto límite de resistencia y entonces oyes el sonido de quiebre. Un corazón contrito y humillado es un corazón que no ofrece resistencia a Dios.
En el libro de los Hechos capitulo 6 y 7 la Biblia nos habla sobre Esteban. En el verso 8 del capítulo 6 leemos que Esteban era un hombre lleno de gracia y de poder, en el verso 10 de este mismo capítulo leemos que los judíos no podían resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba. Así que estos judíos estaban tan enojados contra Esteban que le acusan falsamente con el fin de llevarlo ante sus jueces y terminar con él. Tu puedes leer después detenidamente lo que Esteban, lleno del Espíritu Santo, le dice al concilio. Pero hoy quiero detenerme y leer el versículo 51 del capítulo 7 donde leemos así: (Esto dice el Espíritu Santo a través de Esteban a los religiosos de aquella época)
Hch 7:51 RV1995 ¡Duros de cerviz! ¡Incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
¡Wow! ¡Esto sí que es una palabra durísima!
Estos hombres creían que estaban resistiendo a Esteban, pero se encontraron resistiendo al mismo Espíritu Santo y no tan solo ellos, Esteban dice: “Como vuestros padres…” ¡Generaciones de hombres que resistían al Espíritu Santo!.
¿Qué es lo que nos hace ser hombres que resisten al Espíritu Santo, a Dios? Esteban empieza diciendo “Duro de cerviz” esta es una figura que habla sobre ser soberbios, altivos, la cerviz es la parte posterior del cuello.
Hay un ejemplo de esto en el libro de Jeremías
Jer 48:29 NVI »Conocemos bien el orgullo de Moab, ese orgullo exagerado. ¡Tanta soberbia y tanto orgullo! ¡Tanta arrogancia y altivez!
¿Quién era Moab?
El padre de este pueblo era Lot. La historia se cuenta en Génesis 19:31 y siguientes, pero en resumen, la hija mayor emborracha a su padre y se acuesta con él y producto de esta relación nace Moab. Ahora miremos un poquito más allá y entenderemos un poco el por qué de la actitud del pueblo Moab.
Todo Moab, descendientes de Lot, heredaron la rebeldía de sus progenitores. Génesis 19:30-32 nos cuenta, que las hijas de Lot, temerosas de no hallar hombres con los cuales casarse, decidieron ir en contra de lo natural, y se acostaron con su propio padre.
Quizás tomaron como ejemplo las costumbres perversas de Sodoma y Gomorra, es probable. Su padre Lot no debe de haberle enseñado estas cosas, pues, en 2º Pedro 2:7-8 leemos que Lot se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos. En el verso 8 leemos que Lot día a día se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía. Pero nada se nos dice de las hijas de Lot, quien en su actuar revelaron lo poco que les importaba el carácter y el buen nombre de Lot, fueron rebeldes y hicieron lo que a ellas le parecía bien. Estas mujeres engendraron hijos rebeldes, orgullos y altivos (Jer. 48:29).
Dios no se lleva bien con los orgullosos, con los altivos, con aquellos que siguen sus propios caminos. Jeremías 7: 24 – 25 dice que Dios les dijo a los Israelitas que le obedecieran, así Él sería su Dios, pero dice que Israel no le obedeció ni le prestó atención, sino que siguieron los concejos de su corazón terco y malvado y por esa causa en vez de avanzar, retrocedieron.
Así que el soberbio y altivo resistirá siempre al Espíritu Santo. Un soberbio puede teorizar sobre Dios, pero no le conoce. Un altivo puede trabajar para Dios pero su obra será quemada por el fuego de la prueba, la Biblia es clara con respecto a esto, Mateo 7: 22 (NVI) en adelante leemos que Jesús dijo: “Mucho me dirán en aquel día: “Señor ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”
Esteban continua diciendo al concilio que ellos resisten siempre al Espíritu Santo porque son “Incircuncisos de corazón y de oídos”.
¿Qué quiere decir incircunciso de corazón y de oídos?
La circuncisión era la señal del pacto que Dios hizo con Abraham y toda su descendencia, ¿En que consistía este pacto? (Pacto: convenio, contrato entre dos partes en las cuales existen obligaciones, compromisos y beneficios) Dios dijo: Seré tu Dios y el de toda tu descendencia perpetuamente (Gén 17:7). Y a Abraham dijo “En Cuanto a ti, guardaras mi pacto” (Gen 17:9). Aunque este tema es muy amplio, este texto nos basta para aclarar que la circuncisión indica, entre otras cosas, pertenencia. Así que cuando Esteban dice a la asamblea ustedes tienen el corazón y los oídos incircuncisos, los que les quiso decir es que su corazón y sus oídos no pertenecían a Dios. No estaban sintonizados para escuchar a Dios, solo se escuchaban a sí mismos.
Hay un concepto implantado en nuestra manera de pensar, en el cual uno cree que mimetizándose con el ambiente que le rodea es más que suficiente. (Un ex jefe de bomberos me dijo una vez no solo hay que ser bombero sino parecerlo, hablaba en cuanto a guardar las apariencias, yo cambiaría un poquito esto ahora y diría: no basta parecerlo, hay que serlo) Así, por ejemplo, si asistimos a una iglesia, sea cual fuera su denominación, creemos que eso nos habilita a que Dios nos bendiga y nos de todos los beneficios del pacto, pero este concepto es errado. Dios cumplirá su parte si tú cumples la tuya. Los 10 mandamientos se resumen en este “Amaras a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas”. En este mandamiento todo tu ser esta comprometido a amar a Dios, no puedes dejar tu corazón afuera, no puede tu corazón pertenecerte a ti, no puedes tomar decisiones sobre él como si fuera tuyo sin tener en cuenta a Dios; cuando haces eso, te transformas en un religioso, tienes apariencia de piedad, pero no crees que pueda ser efectiva, así que te conformas con las apariencias. (2º Timoteo 3:2-5) Esto es sumamente serio. Isaías dice “Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí” (Isaías 29:13)
Cuando la asamblea de jueces escucho a Esteban decir “Incircuncisos de corazón y de oídos” fue una terrible bofetada a su orgullo. Puedes darte una idea de lo que sucedió después leyendo lo que sigue a esto en Hechos 7:54 dice textualmente “Rechinando los dientes montaron en cólera contra él”.
Lo triste de este relato es que anteriormente leemos en Hechos 6: 15 que los de la asamblea cuando miraron a Esteban vieron su rostro como el de un ángel, sin embargo nada pudo vencer su corazón orgulloso y altivo, ellos prefirieron matar a Esteban antes que arrepentirse. Ellos prefirieron enmudecer a Esteban que seguir escuchando que ellos eran incircuncisos de corazón y de oídos.
Cuando te sientes atacado por la palabra de Dios, revela tu corazón. La palabra de Dios puede ser medicina para tu cuerpo o espada de dos filos, tú decides cuál de ellas será.
Para terminar vuelvo al texto con el cual comencé esta meditación “El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido”. Cuando todo tu ser espíritu, alma y cuerpo este rendido Dios te abrirá las puertas de su presencia y podrás estar delante de Él. Si esto es lo que anhelas, rinde tú corazón sin reservarte nada para ti. Nunca es demasiado tarde y siempre es el momento oportuno para “Amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”.
por Julio Pedraza
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