Que convincentes y certeras son estas palabras cuando somos injustos, egoístas, desleales y malévolos, así es que nos vemos como lobos para nosotros mismos. Debemos romper esa pared y dar vida, no seguir desagradando como escultores de muerte. Nuestra es luz no es para sombra, nuestro corazón es para amar, no para odiar, nuestras manos son para dar y no robar y nuestra palabras para salvar no para condenar.
Es tiempo mis hermanos de hacer un alto en nuestra vida y olvidar ese pasado, el ayer no cuenta si decides cambiar y renacer de nuevo bajo nuevas estructuras. Cuando te decides a renacer Dios te da las fuerzas necesarias para convertirte en una nueva criatura, deja de ser un lobo, basta con que dejes a Dios actuar en tu vida.
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