El perdón en la Biblia
“Nadie, Señor. Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.” Juan 8:11 (NVI)
Siempre me sorprendió esta historia, y cada vez que la leo o la escucho encuentro perlas para mejorar mi relación con Dios.
La mujer había sido encontrada en el mismo acto de adulterio. La Ley exigía que en este caso, la pareja sea condenada a muerte por lapidación. Los fariseos llevaron el caso ante el Señor Jesús quien estaba en el templo. Frente a todos expusieron el caso y desafiaron: Tú, ¿Qué dices? Juan aclara que presentaron el caso para poder acusar al Señor.
Es cierto que la mujer debía ser ejecutada, la Ley de Dios lo determinaba. Pero el hombre también, aunque de este no se sabe nada. Ni siquiera estuvo presente en la escena. Pienso que estaría pensando la mujer en ese momento. Se estaría reprochando su mala decisión, estaría viendo como excusarse frente al juez, estaría resignada esperando la muerte, culparía a alguien más para no caer sola. Pero ella no dijo nada, solo espero el veredicto.
Frente a la insistencia de los fariseos, Cristo manda cumplirla ley y apedrearla. Pero les dice que el que esté sin pecado, que tire la primera piedra. Y acusados por su conciencia se fueron todos, dejando a la mujer en silencio y quieta donde la habían acusado. Cristo sabía todo, era consciente de lo que estaba pasando. Dejó que todos se fueran y quedó a solas con la mujer.
Cuanta ternura hay en la mirada de Jesucristo. Y a la vez, ¡cuánta firmeza y confianza! Ambos eran consientes que ella no merecía el perdón, que era culpable. Ambos sabían que Dios es amor y también es justicia. Y una vez más Cristo demuestra la Gracia de Dios: Vete y no peques más.
Hubo perdón inmerecido de las faltas cometidas. No hubo recriminación, ni señalamiento, ni condena. Solo perdón, porque Dios tiene la Gracia de perdonar. Pero también aclara: no lo hagas más. No es indolente frente al error, no minimiza el problema, no pasa por alto la falta. La perdona porque ama, pero con firmeza demanda una modificación en la conducta. No sabemos que es lo que ella hizo. La Biblia no lo dice.
Pero si podés saber qué es lo que vos va a hacer con el perdón de Dios. Eso no ha cambiado. Dios sigue manifestando su Gracia para perdonar tus pecados, pero vos ¿vas a irte y no pecar más? O vas a seguir reincidiendo.
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