Eclesiastés 4: 9, 19
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero!!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”.
Todos nosotros tenemos personas a las que consideramos nuestros amigos, lastimosamente no todas las personas que conoces son nuestros amigos, algunos son compañeros, otros conocidos, otros vecinos, pero son pocos a los que consideramos nuestros amigos.
Amigo es aquel al que tú sientes la libertad de contarle ciertas cosas que no se las cuentas a todos, amigo es aquel que siempre tiene tiempo para escucharte o hablar contigo, amigo es aquel que aun en los momentos en que todos te dan la espalda, el te extiende su mano y te dice: “vamos, yo confío en ti”, amigo es aquel que te ayuda a hacer la voluntad de Dios, amigo es aquel que te anima cuando todos te desaniman, amigo es aquel que prefiere tu bien antes que el suyo.
¿Tienes de esta clase de amigos?, posiblemente si o lamentablemente no, pero lo que si tienes que entender es que tener amigos es muy bueno, una persona que tiene la cualidad de hacer buenos amigos es una persona que en los tiempos duros tendrá apoyos con los que contar.
No hay duda que nuestro mejor amigo es Jesús, pues El jamás nos fallara, pero también Jesús a querido regalarnos buenos amigos para que ellos también puedan animarnos y a los que nosotros también podamos animarlos para seguir en esta lucha diaria.
La Biblia dice que: “mejores son dos que uno”, y ella nunca mientes y sabe lo mejor para nuestra vida. Hay amigos que nosotros nunca vamos a olvidar puesto que en momento determinado han sido de tremenda bendición para nuestra vida.
La amistad es un regalo de Dios y le es dada a todo aquel que tenga la cualidad de cultivarla y regalarla para que crezca, lamentablemente muchos de nosotros no somos buenos para cuidar nuestras amistades, sino que por simples cosas las terminamos.
Amigo amado, Dios quiere que entendamos lo importante que puede ser en momento determinado una amistad, pues la misma Biblia dice: “Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero”, pero también dice: “pero!!Ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”.
Las amistades son importantes y si la palabra misma lo ratifica, nosotros debemos de cuidar nuestras amistades, porque nunca sabemos cuando alguien nos será de bendición o cuando nosotros seremos de bendición a otro.
Si tú tienes amigos que en momento determinado fueron unos excelente amigos contigo, pero por cierto suceso dejaron escapar esa linda amistad, te invito a que quites todo orgullo o modelo de pensamiento que no te permite volver a fortalecer esa amistad, te invito a que vayas donde esa persona y le pidas perdón por tu forma de ser hasta el momento y le hagas ver lo importante que es la amistad entre nosotros para Dios. Ve y no dejes perder esa hermosa amistad por cuestiones que no valen la pena, Dios tuvo a bien regalarte esa amistad no la eches a la borda, llámale, escríbele un correo o ve a su casa y renueva tu amistad, porque nunca sabes cuándo lo necesitaras o cuando él o ella te necesitara a ti.
Si tú eres capaz de entablar una linda amistad con un ser humano, entonces no te será difícil ser amigo de Dios.…
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