“ PUES A SU ANGLES MANDARA ACERCA DE TI, QUE TE GUARDEN EN TODOS TUS CAMINOS, EN LAS MANOS TE LLEVARAN, PARA QUE TU PIE NO TROPIECE EN PIEDRA”
SALMO 91: 11-12
En la batalla de Mons donde un gran número de los soldados británicos dijeron haber visto lo que los llamaron una intervención de ángeles en agosto de 1914. Según los informes de aquellos soldados, esa ayuda angélica no podía haber llegado en un momento más perfecto, pues ellos estaban siendo sobrepasados por un persistente avance alemán.
Se dice que los prisioneros alemanes describieron lo que ellos denominaron un ejército de fantasmas armados con arcos y flechas y dirigidos por una figura alta sobre un caballo blanco que insto a las tropas británicas a avanzar. En la misma batalla algunos guardias que fueron los últimos en retirarse, se habían perdido en la zona del bosque Mormal y se habían atrincherado para aguantar. Un ángel apareció y los guió a través de un campo abierto hasta una carretera oculta y hundida, la cual les permitió escapar.
La, protección angelical es otra de las maneras únicas en que dios ha proporcionado protección, el ha mandado ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos.
ANGELES EN LA BTALLA DE MONS
A lo largo de la historia hay multitud de batallas en las que soldados afirman ver o tener algún tipo de experiencia paranormal. Una de la más famosas y multitudinarias por el número de testigos y el eco que de ella se hizo, sucedió en la Primera Guerra Mundial, en 1914 en la región francesa de Mons.
La gran guerra que se libró entre 1914 y 1918 con una repercusión y participación nunca vista y de la que por lo visto no se aprendió demasiado, pues tan triste episodio se repitió años después, además de más de 10 millones de muertos y ciudades arrasadas, también dejó multitud de historias de corte extraño narradas por los soldados, quizás debido al miedo o a la adrenalina en medio del fragor de una batalla.
Algunos de estas historias rápidamente corrieron como la pólvora gastada en las batallas que se libraban, puede que para subir la moral del bando que las contaba o puede que quizás los protagonistas de las mismas vieran algo fuera de lo normal en medio de tanto horror. Una de las más famosa, sino la que más de estas extraordinarias historias es la ocurrida el 26 de agosto de 1914 en Mons.
El ejército británico al mando del general John French, había desembarcado en Francia para luchar en la región de las Ardenas contra el ejército del imperio alemán, bastante más numeroso. El 23 de agosto French tuvo que retirarse tras una violenta batalla con la intención de agruparse y atacar de manera contundente a los alemanes, pero esa noche sus superiores le ordenan replegarse hacia el sur, dejando al descubierto el flanco de su ejército y expuesto a un ataque seguro que causaría multitud de bajas.
Los soldados acatan la orden con resignación sabiendo el peligro que supone esa orden y avanzan en medio del bosque perseguidos de cera por un batallón alemán, cuando una espesa niebla les rodea de repente impidiéndoles ver la salida de aquel bosque. El desanimo comienza a apoderarse de los soldados sabiendo que si no logran salir de allí en unas horas se verán rodeados por el enemigo.
De repente y según los testimonios de varios soldados, aparece un haz de luz brillante de la que surge una alta figura con dos alas largas y blancas, que hace un gesto para que los asombrados testigo
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ANGELES EN LA BATALLA DE MONS
“ PUES A SU ANGLES MANDARA ACERCA DE TI, QUE TE GUARDEN EN TODOS TUS CAMINOS, EN LAS MANOS TE LLEVARAN, PARA QUE TU PIE NO TROPIECE EN PIEDRA”
SALMO 91: 11-12
En la batalla de Mons donde un gran número de los soldados británicos dijeron haber visto lo que los llamaron una intervención de ángeles en agosto de 1914. Según los informes de aquellos soldados, esa ayuda angélica no podía haber llegado en un momento más perfecto, pues ellos estaban siendo sobrepasados por un persistente avance alemán.
Se dice que los prisioneros alemanes describieron lo que ellos denominaron un ejército de fantasmas armados con arcos y flechas y dirigidos por una figura alta sobre un caballo blanco que insto a las tropas británicas a avanzar. En la misma batalla algunos guardias que fueron los últimos en retirarse, se habían perdido en la zona del bosque Mormal y se habían atrincherado para aguantar. Un ángel apareció y los guió a través de un campo abierto hasta una carretera oculta y hundida, la cual les permitió escapar.
La, protección angelical es otra de las maneras únicas en que dios ha proporcionado protección, el ha mandado ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos.
ANGELES EN LA BTALLA DE MONS
A lo largo de la historia hay multitud de batallas en las que soldados afirman ver o tener algún tipo de experiencia paranormal. Una de la más famosas y multitudinarias por el número de testigos y el eco que de ella se hizo, sucedió en la Primera Guerra Mundial, en 1914 en la región francesa de Mons.
La gran guerra que se libró entre 1914 y 1918 con una repercusión y participación nunca vista y de la que por lo visto no se aprendió demasiado, pues tan triste episodio se repitió años después, además de más de 10 millones de muertos y ciudades arrasadas, también dejó multitud de historias de corte extraño narradas por los soldados, quizás debido al miedo o a la adrenalina en medio del fragor de una batalla.
Algunos de estas historias rápidamente corrieron como la pólvora gastada en las batallas que se libraban, puede que para subir la moral del bando que las contaba o puede que quizás los protagonistas de las mismas vieran algo fuera de lo normal en medio de tanto horror. Una de las más famosa, sino la que más de estas extraordinarias historias es la ocurrida el 26 de agosto de 1914 en Mons.
El ejército británico al mando del general John French, había desembarcado en Francia para luchar en la región de las Ardenas contra el ejército del imperio alemán, bastante más numeroso. El 23 de agosto French tuvo que retirarse tras una violenta batalla con la intención de agruparse y atacar de manera contundente a los alemanes, pero esa noche sus superiores le ordenan replegarse hacia el sur, dejando al descubierto el flanco de su ejército y expuesto a un ataque seguro que causaría multitud de bajas.
Los soldados acatan la orden con resignación sabiendo el peligro que supone esa orden y avanzan en medio del bosque perseguidos de cera por un batallón alemán, cuando una espesa niebla les rodea de repente impidiéndoles ver la salida de aquel bosque. El desanimo comienza a apoderarse de los soldados sabiendo que si no logran salir de allí en unas horas se verán rodeados por el enemigo.
De repente y según los testimonios de varios soldados, aparece un haz de luz brillante de la que surge una alta figura con dos alas largas y blancas, que hace un gesto para que los asombrados testigo