EL YUNQUE DE PAPA

[EDWIN KAKO VAZQUEZ]

“ Inevitablemente debemos aceptar pasar por el yunque, es lo que pocos aceptan y entienden; lo quieren todo pero sin pagar el precio.Dios nos perfecciona porque quiere que seamos vasos limpios y dignos de honra”

Llego el momento, Dios está poniendo sobre Su Yunque a Bárbaro, El quiere seguir restaurándolo y arreglándolo. Como cristianos debemos seguir madurando día a día, es decir, seguir sacando esas cositas que nos están haciendo daño. Por esta razón el Señor a cada rato nos pone sobre su Yunque para darnos un tune up divino y dejarnos como nuevos.

Vamos a observar como Dios pasa a Bárbaro por Su Yunque, Ahí está el Señor listo, con brazo firme y cubierto con su mandil divino le da un repaso a la vida de Bárbaro. Plang, Plang, Plang, golpea el martillo divino y celestial, comienza a salir las impurezas. Es todo un proceso, a su tiempo ocurrirán los cambios, lo torcido comienza a enderezarse, lo flojo se endurece y lo inservible cobra valor. Ahí está el Rey de Reyes golpeando, uno, dos tres y así sucesivamente, el sudor baja d su frente, pero El sabe que su trabajo será consumado. Creo que el Señor ha terminado, ya no se oyen golpes, pone Su martillo a un lado. Ahora está listo a revisar a Bárbaro, hay quietud y paz, ahora El sigue revisándolo, todo está perfecto.

Ahí está nuevamente Bárbaro lleno de vida, ha recibido como dije antes un tune up celestial. Amigo y hermano, muchas veces Dios nos pone en Su yunque para corregir algo, este momento no lo podemos esquivar y si vivirlo para nuestro bien. Ese Yunque muchas veces sufrido nos recuerda quiénes somos y donde estamos parados delante de Dios. Ahí Dios ve nuestra vida desde el principio hasta el fin, el puede llevarte a la tormenta, pero te da fuerzas para soportarla. Un buen herrero mantiene sus herramientas en buen estado, lo mismo hace Dios, si El te pone en Su Yunque, agradécelo. Esto quiere decir que El cree que todavía vale la pena que tú seas moldeado.

Marcos 1:41 “Y JESUS, TENIENDO MISEICORDIA DE EL, EXTENDIO LA MANO Y LE TOCO, Y LE DIJO: QUIERO, SE LIMPIO”. AMEN