El dulce sabor de la victoria que Elías sintió después del episodio del Monte Carmelo, más tarde se convirtió en hiel para su boca. Había una persona llamada Yezabel, que permaneció incrédula ante el prodigio ocurrido en la montana y ahora pedía a gritos la cabeza del profeta. La ejecución de los profetas de Baal no quito la lealtad de la reina hacia su dios. Luego de la gran manifestación tan publica y grandiosa de la gloria de Dios en el monte Carmelo suponía que los Israelitas volvieran a culto del verdadero Dios, pero no fue así. Estos menospreciaron al que Dios había honrado, no le respetaron, al contrario Israel volvió a mirarlo como un enemigo indeseable.
En tanto, todo el andamiaje contra Elías estaba montado, Acab el esposo de Yezabel la incita para que comenzara una cacería contra el profeta. El rey entonces encendió mas la mecha cuando no le comenta el milagro que hizo Dios en la montana y si lo que había Elías. El propósito de tal acción era crear una duda creyendo entonces que el fuego que había conseguido Elías era mediante algún truco, hechizo o algo por el estilo. Pero, esto se cae de la mata como dicen, más bien fue una manipulación la cual la reina malvada hizo suya enviándole entonces un recado amenazador de muerte a Elías dándole 24 horas de vida.
Desde que leí este relato por primera me preguntaba, ¿por qué Yezabel, que era tan astuta le dio aviso al profeta directamente en vez de echarle el guante secretamente?, deduzco que como el caso de Juan Bautista y del mismo Señor Jesús, esta tenía miedo que el pueblo se le viniera encima. El profeta al enterarse que lo andaban buscando como aguja decide escapar por su vida. ¿Dónde estaba la valentía que Elías había mostrado delante de Acab, ante todos los profetas de Baal y ante todo el pueblo de Israel? Jummm, buena pregunta verdad, pero no pongamos palabras en nuestra boca acerca del comportamiento de Elías, por favor dejemos que el agua corra. Como hombre y mortal (hay que entenderlo) este se dio cuenta que el entusiasmo del milagro en la montana en el pueblo de Israel duro muy poco, por lo que ahora nadie lo protegería, ósea, su vida estaba en peligro.
Por esta razón el profeta cayó en una depresión terrible haciéndose un sinnúmero de cuestionamientos, pero sin lugar a dudas hizo mal en huir, pues en cierto sentido demostraba que desconfiaba de la protección de Dios. En Santiago (5:17) nos dice que Elías era de sentimientos y pasiones semejantes a nosotros: 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
CONTINUARA…….NO TE PIERDAS EL DESENLACE DE ESTE RELATO….?
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