ACAB Y JEZABEL--DEFRAUDARON Y DESTRUYERON A LOS INOCENTES

[EDWIN KAKO VAZQUEZ]

Al leer este título pesa sobre él un tropel de eventualidades que nos da por entendido que la perversidad es causa de injusticia. En esta ocasión voy a hacer una “cirugía” histórica de Acab y Jezabel, un rey y una reina despiadados, que traicionaron al deber al usar sus poderes de la realeza para defraudar y destruir al inocente. Ahora bien, Dios instituyo los gobiernos para proteger al débil y prevenir que el más fuerte se aproveche.

El deber de todo gobierno consiste en mantener la justicia y aplicar las leyes que restringen y castigan a aquellos que dañan, engañan o explotan a otras personas. Hoy día esta ponencia no existe, muchos gobiernos han sido entregados a individuos que están practicando la corrupción y la maldad maltratando al más débil. Acab y Jezabel fueron un ejemplo del liderazgo impío, en otras palabras, abusaron de su poder.

Uno de los casos más sonados durante su dominación fue la toma por la fuerza del viñedo de Nabot. Voy a entrar un momento por las calles de esta historia para que vean de cerca lo que estos dos reyes corruptos hicieron con este hombre. Acab era una persona egoísta y abra, pero no tenía el espíritu cruel y conspirante de Jezabel su esposa. Aunque Acab era el rey de Isarel, no podía obligar a Nabot a venderle la tierra, tenía que respetar las leyes de Dios. Pero, Jezabel no tenía escrúpulos para conseguir lo que quería y preparo una conspiración para cometer un asesinato. 

En estos tiempo hemos visto como se han cometido un sin número de asesinatos y conspiraciones de parte de los gobiernos existente por el síndrome de obtención y de continuar sacando provecho a su estadía en la cima. En definitiva Nabot fue asesinado pero esta perversa acción no fue pasada por alto ante los ojos de Dios. Este envío un profeta par confrontar Acab y pronunciar juicio contra él y su esposa.

Dios lo llamo a rendir cuentas de las cosas que hizo su esposa en su nombre y porque él nunca se lo impidió. En el caso de la vina de Nabot, el rey Acab no encontró delicia, sino condenación. Más tarde el apóstol Pablo escribió: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre segare, eso también segara”. (Gálatas 6:7)

El Señor es un Dios de justicia, El les ha entregado la autoridad a los gobiernos para que actúen en su lugar y de eta manera provea y hagan cumplir la justicia en la sociedad hoy día. Todos los gobernante actuales y lo que han pasado por el poder tendrán que rendirle cuenta a Dios y serán responsables por la manera en que desempeñaron sus deberes.

AMEN