Y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente. (1 Tesalonicenses 4:6 LBLA)
Existen aspectos en nuestra vida que debemos delegar o pedir ayuda , por ejemplo: los cirujanos cuando tienen necesidad de operar a un familiar, llaman a otro médico, porque la cercanía a los familiares nos hacen más vulnerables a cometer errores; de esta misma forma, en el matrimonio debemos solventar los problemas que se presentan, los cuales algunos podrán resolverse dentro del mismo matrimonio o familia, y otros, será necesario presentarlos ante un ministro de la iglesia para que guiados por El Espíritu Santo puedan ayudarnos a discernir y encontrar la salida a nuestros problemas.
Levantándose de allí, Jesús se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba. Y se le acercaron algunos fariseos, y para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer. Y respondiendo El, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Y ellos dijeron: Moisés permitió al hombre escribir CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIARla. Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento. Pero desde el principio de la creación, Dios LOS HIZO VARON Y HEMBRA. POR ESTA RAZON EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. (Marcos 10:1-8 LBLA)
Y se acercaron a El algunos fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo? Y respondiendo El, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio LOS HIZO VARON Y HEMBRA, y añadió: "POR ESTA RAZON EL HOMBRE DEJARA A su PADRE Y A su MADRE Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE"? Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe. (Mateo 19:3-6 LBLA)
Dentro del contexto de los versos de estos Evangelios, vemos que los fariseos le preguntaron al Señor si era lícito divorciarse de su mujer, por cualquier causa, a esto El Señor les responde que no; luego le preguntan de nuevo ¿porqué Moisés dijo que si?, a esto El Señor les respondió: "...por la dureza de vuestro corazón Moisés escribió este mandamiento...", sin embargo recalcó: "...pero desde el principio de la creación Dios los hizo varón y hembra..." Si analizamos, La Palabra indica en el Libro de Génesis que el mandato se dio desde el principio de la creación, por lo tanto, este verso viene a ser la clave de lo que nuestro Señor Jesucristo nos quiere enseñar. Si queremos un matrimonio como El Señor lo había planificado, tenemos que remontarnos al principio de la creación donde se hace alusión a la primera profecía que se dio a la humanidad.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Génesis 2:24 LBLA)
En el verso 23 del capítulo 2 del Libro de Génesis dice: "...ella será llamada mujer (ishshah), porque del hombre (iysh) fue tomada..."; es impresionante que esto se haya mencionado desde el principio de la creación, porque significa que como varones, tenemos que discernir quién será nuestra esposa. Algunos nos casamos fuera de los caminos del Señor, por lo tanto no pudimos discernir la decisión; otros se vieron en la obligación de casarse por circunstancias especiales, que en algunos casos por misericordia del Señor han llegado a Cristo. Los jóvenes solteros tienen que discernir con quién se casarán y saber si la mujer que han elegido, es la mujer que El Señor les designó. En este mismo versículo se menciona que del hombre deben emanar las acciones, que inician cuando dejan la casa del padre para unirse a su mujer, es decir, esta es una responsabilidad del hombre.
Según el diccionario hebreo: unas de las acepciones de la palabra unirse es: pegarse adherirse, ser fiel; lamentablemente, esto no es lo que sucede tradicionalmente en nuestras familias, porque a partir de nuestros bisabuelos, abuelos y padres, posiblemente se ha manifestado la infidelidad, y en pocos casos provino de la mujer. La Biblia dice que el hombre tiene que unirse en fidelidad con la mujer, es decir, el género masculino cuando rompió ese principio falló en lo decretado por Dios. La Biblia escasamente señala mujeres que tuvieron más de un esposo, sin embargo, en Libro de Génesis menciona al primer bígamo que fue Lamec; Esau por su parte, se le contabilizaron 6 mujeres, y cuando vemos más adelante nos damos cuenta que la infidelidad se volvió costumbre, no obstante, vemos que en el principio Dios quería que fuera una sola mujer para cada hombre, pese que con el pasar del tiempo se sucedió la infidelidad, sin que ello llegara a convertirse en algo normal porque el hecho provoca desequilibrio en la sociedad. Es necesario que volvamos a los fundamento dados por Dios en el principio, y para lograrlo tenemos que pedirle que nos ayude a romper la maldición de la infidelidad adquirida por nuestros antepasados, y entonces retomando el camino de la fidelidad. Los hombres debemos anhelar ser fieles, porque si alcanzamos la fidelidad sin importar las circunstancias, nos pareceremos a nuestro creador, porque dice La Biblia que aunque nosotros seamos infieles Él permanece fiel.
Dabác: palabra H1692 del original idioma hebreo, que según el Diccionario Strong en español, significa: abatir, acercar, alcanzar, apegarse, dejar, endurecer, entregar, juntar, ligar, pegar, perseguir, quedar, seguir, trabar, unir.
Y él se prendó de Dina, hija de Jacob, y amó a la joven y le habló tiernamente. (Génesis 34:3 LBLA)
Tenemos que prendarnos de nuestra esposa, admirarla y elogiarla con sinceridad, evolucionando para parecernos al Señor Jesucristo. Según La Palabra, una consecuencia de prendarse de alguien los describe el pasaje que dice: "...y llamó a la joven y cuando se prendó le empezó a hablar tiernamente..." Una de las formas de prendarnos de nuestra esposa es cuando le hablamos tiernamente, y eso solo lo puede permitir Dios.
De esta manera, ninguna heredad será traspasada de una tribu a otra tribu, pues las tribus de los hijos de Israel retendrán cada una su propia heredad. (Números 36:9 LBLA)
La palabra "dabac" en este versículo está contenida en la palabra "retendrán". En este aspecto y visto desde el punto de vista de la familia, tenemos que ser moderados porque no significa aislar a nuestra esposa ni a nuestros hijos, sino retenerlos con amor. Un ejemplo de esto sería la posibilidad que se abrieran las puertas de algunos países que tienen restringida la salida a sus habitantes, los cuales seguramente quedarían vacíos ya que las personas están siendo retenidas coercitivamente. Por eso es necesario que analicemos que si le abriéramos las puertas a nuestra esposa, ¿cuántos hogares se quedarían vacios?, esto porque no están siendo retenidas adecuadamente.
Temerás al SEÑOR tu Dios; le servirás, te allegarás a El y sólo en su nombre jurarás. (Deuteronomio 10:20 LBLA)
En este versículo, la palabra "dabac" está contenida en la palabra "allegarás". No se trata que la mujer nos conquiste, porque incluso se refiere a un significado sexual donde; como varones tenemos que cumplirle a nuestra esposa y no solo exigir el débito conyugal; incluso en la legislación de nuestro país está regulado a través del Código Penal, que la mujer puede demandar a su esposo si éste la obliga a realizar el acto sexual; definido dentro del marco de la protección a la mujer contra la violencia intrafamiliar. No se debe retener a la fuerza, más bien tiene que ser un proceso de enamoramiento que permita que nuestra esposa quiera allegase a nosotros.
Por esto abandonará hombre a su padre y su madre; y serán los dos para en carne una; así que ya no son dos, sino una carne. (Marcos 10:7-8 Septuaginta)
Vemos el versículo anterior, describe que previo a llegar a ser "una sola carne" (tiempo futuro), el hombre debe abandonar a sus padres.
En pos del SEÑOR vuestro Dios andaréis y a El temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a El os uniréis. (Deuteronomio 13:4 LBLA)
En el versículo anterior, la palabra "dabac" está descrita en la palabra "unirse". La obligación de doblegarse es del varón, es decir, somos nosotros quienes tenemos que hacer el esfuerzo y poner el ejemplo en nuestro hogar.
Y los demás se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, pero capturaron a cinco mil de ellos en los caminos, y a otros los persiguieron muy de cerca hasta Gidom y mataron a dos mil de ellos. (Jueces 20:45 LBLA)
Debemos buscar y perseguir con amor a nuestra esposa, sabiendo que tenemos una gran bendición como hombres casados.
Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella. (Rut 1:14 LBLA)
Quedarnos con nuestra esposa significa esperar y bajar el paso para poderla halar cuando ella lo necesite.
Entonces Rut la moabita dijo: Además, él me dijo: "Debes estar cerca de mis siervos hasta que hayan terminado toda mi cosecha." (Rut 2:21 LBLA)
Tal como lo señala el plan original, es necesario que permanezcamos cerca de nuestra familia y de nuestro cónyuge, pese a los problemas que nos presenta la vida. Si El Señor Jesucristo se tarda en regresar, que el amor logre que envejezcamos juntos como esposos, amándonos fuertemente. El matrimonio es algo sobrenatural, en lo cual solo Dios puede poner Su mano poderosa para restaurar las cosas que no están bien, para que con Su poder y bondad, todo sea hecho de nuevo, incluso podamos poner un alto a las rebeliones que puedan darse entre hijos y padres porque este es el Año de la Conquista y conquistaremos los desiertos que puedan haber en nuestro hogar en el nombre de Jesús.
Apostol: Sergio Enirquez - Ministerios Ebenezer
Comentario
Soy separada. Entonces nunca más deberé tener pareja?
AMEN HERMANO LUIS QUE DIOS LE BENDIGA POR ESTE ESTUDIO MUY AGRADECIDA
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