(Ro.6:3) Este bautismo nos identifica para morir así como el grano de trigo cae a tierra y debe de morir para dar fruto, Cristo murió y resucito para la gloria del padre y hay abundante fruto en El
7) el Padre (1ª.Co.15:28), las cuales se van manifestando en la medida que el hombre o mujer de Dios va creciendo (siendo regenerados, lavados, alcanzando la madurez) en la gracia del Señor Jesucristo y por lo tanto se va perfeccionando la obra del Espíritu Santo en el ser integral (1ª.Tes.5:23). El objetivo del Bautismo, con todas sus facetas, es que seamos insertados en el Padre, pero esto no es posible en el estado en que nos encontramos, por lo que tenemos que avanzar en el proceso de regeneración hasta la perfección (1ª.Ti. 6:12; Fil. 3:12).
El Bautismo (lavamiento) de la Regeneración (palingenesia) (Tito 3:4-6), lo produce Dios y es de adentro para afuera. Comprende desde el nuevo nacimiento (que se inicia con el bautismo de arrepentimiento, y la conversión) y todo el proceso de restauración de nuestras almas (al creer y poner por obra la Palabra) hasta ser bautizados en Cristo. Luego Cristo nos bautizará en el Padre. El bautismo en Cristo es un acontecimiento que traslada a la persona al siglo venidero.
c) Objetivos
Las diferentes facetas del Bautismo, tienen como fin desarrollar a todo aquel que acepta a Cristo, siguiendo los pasos de Jesús hasta la glorificación, sumergiéndolo en un proceso de bendición que van fortaleciendo al Nuevo Hombre creado según Dios (Ef.4.24) y por ende, debilita hasta la destrucción al viejo hombre viciado y lleno de pecado.
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