CRISTO AVIVA NUESTRA CONFIANZA EN MEDIO DE LA TORMENTA

[EDWIN KAKO VAZQUEZ]

Jesús estaba cansado por la abrumadora jornada de su ministerio y se quedo dormido en la popa sobre un cabezal de la barca. En tanto una tormenta comenzó a producirse y los discípulos creyendo que iban a zozobrar despertaron a Jesús sobresaltados. Sus palabras fueron “MAESTRO PERECEREMOS”, sin embargo, el despertar de Jesús fue tranquilo como su reposo replicando: “POR QUE TEMEIS, LES DIJO, HOMBRE DE POCA FE”. Hay que entender que Jesús no le echa en cara el que le hayan perturbado con oraciones, sino el que se hayan dejado perturbar por sus temores. Acto seguido el “MAESTRO” se dirigió al viento que era la causa de la tempestad y al mar agitado diciendo: “CALLATE, SOSIEGATE”. Entonces el viento escucho el mandato de Jesús y vino una gran calma sobre el mar.

Cristo nos deja ver claramente que los que atraviesan con El el océano de este mundo, deben esperar tormentas en el viaje. Su sueno, no era un sueno de falsa seguridad, sino de santa serenidad y dependencia del Padre, por que no abrigaba en su interior culpa ni miedo que perturbase su reposo. Quienes pueden reclinar su cabeza sobre la almohada de una conciencia limpia pueden dormir tranquilamente en medio de una tormenta. En otras palabras Jesús dormía para poner a prueba la fe de sus discípulos, a ver si confiaban en El ahora que parecía desinteresarse de ellos. Cristo es digno de admiración por disponer de un poder portentoso, que se impone incluso a la naturaleza inanimada, que es incapaz de ser hechizada por las palabra humana. El que puede hacer esto, puede también hacer cualquier cosa por difícil que parezca, tiene el poder para avivar nuestra confianza en El, en medio de mayores tormentas.AMEN