¨Pues busco agradar el favor de los hombres o el de Dios, o trato de agradar a los hombres, pues si todavía agrada a los hombres, no seria siervo de Cristo¨
Galatas 1:10
Antes de comenzar este escrito quiero definir la frase: Presión de Grupo¨, veamos, esta se define como aquella fuerza atracción que ejerce un grupo o incluso un individuo sobre otra persona, provocándolo a realizar o a participar en actos que de otra manera no realizaría. Cuando esta presión es ejercida la persona envuelta reniega sus valores, de sus principios y accede a hacer lo que el grupo hace, o a su estilo de comportamiento. En muchas ocasiones se hacen cosas que incluso atentan contra la palabra de Dios.
Bajo la presión de grupo un joven puede dar sus primeros pasos en las drogas, el alcohol, pornografía, lenguaje sucio, música perversa, rebeldía. delincuencia u otras. Debemos entender que la presión de grupo siempre ha existido y siempre existirá, es responsabilidad de cada joven aprender a enfrentarse a dicha presión en las diferentes situaciones que se le presentaran en la vida. Es sumamente esencial entender que se puede salir victorioso de la presión de grupo, pero hay que pagar un precio.
Analicemos algunas de las razones que llevan a los jóvenes a caer en esta trampa que muchas veces hasta le cuesta la vida. Comenzamos con la baja o ninguna autoestima, la falta de una figura de autoridad, ausencia de afectividad, falta de aceptación a un grupo en el pasado, ausencia de valores morales, contaminación por medio de comunicación en masas, pobres roles en gobiernos e iglesias, corrupción y malos testimonios, aumento en la violencia domestica y escolar, maltrato del niño y del adolescente y conflictos emocionales sin resolver, depresión crónica, fobias, trastornos de la conducta y complejos.
Personalmente he podido como muchos jóvenes, no todos, de este tiempo viven una vida desordenada e incluso su yo es más grande que el monte Everest. Saben más que nadie, se creen Superman, hacen todo a su manera y cuando fallan ni siquiera lo aceptan, siempre andan de excusa en excusa, no le gusta la escuela, muchos de ellos hasta no escriben ni leen bien por que van a la escuela a pasar el rato. Ahora me pregunto, que pasa, será que cuando salen a la calle solo lo que ven es una sociedad en decadencia moral y espiritual. Ay mamaaa, esto pica y se extiende, así es mis amigos y hermanos, estamos pasando por un tiempo malo y peligroso donde se ha cauterizado la capacidad de los jóvenes para poder discernir entre lo bueno y lo malo, lo real y lo falso y sobre todo lo que impuro.
Ed Vazz
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