“Y DE SIRIA HABIAN SALIDO BANDAS ARMADAS Y HABIAN LLEVADO CAUTIVA DE LA TIERRA DE ISRAEL A UNA MUCHACHA, LA CUAL SERVIA A LA MUJER DE NAAMAN”. 2 REYES 5:2
Esta historia a la que Jesús se refiere en lucas 4:27, como otras muchas del Antiguo Testamento muestran la preocupación que dios no se limita a Israel. Siria estaba a menudo en guerra con Israel y Naaman era el general del ejercito enemigo. Antes de continuar veamos mas de cerca quien era el Naaman, este hombre era el favorito de rey, poderoso, pero era leproso.
Cada persona tiene su pero, mayor o menor, pero el pero de este hombre era muy grande, pues eclipsaba todos sus bienes. Era tan grande como el mundo puede hacer a un hombre, pero el mas vil de los esclavos de Siria no habría cambiado su piel por la de el. Así era la vida de este general, que no imaginaba que posteriormente seria sanado de su lepra gracias a la joven israelita que fue capturada en un ataque fronterizo.
Ella se convirtió en testigo de Dios y cumplió inconscientemente el propósito para el cual Dios había escogido a Israel como su pueblo. Ya acomodada en el hogar pagano sintió lastima por su amo y le hizo mención de los milagros de curación realizados por intermedio de Eliseo. Le dijo a su amo y cito: “SI ROGASE NI SENOR AL PROFETA QUE ESTA EN SAMARIA EL LO SANARIA DE SU LEPRA”, me imagino la cara de Namaan al escuchar estas palabras.
Continuando con la historia se concertó una entrevista por medio de canales diplomáticos, pero las instrucciones del profeta no le cayeron muy bien al general. No obstante, los ayudantes lo persuaden a que pruebe y se cura, profundamente impresionado por la cura y la negativa de Eliseo de recibir pago, el jefe del ejercito sirio se convierte en seguidor del Dios de Israel.
COMENTARIO
Naamán, el general sirio, era un buen hombre, y aparentemente su lepra no fue resultado de injusticia alguna que hubiera cometido. De ahí que este episodio nos ofrezca algunas nociones prácticas sobre el proceso de la sanidad divina, cuando la persona afectada no es culpable de desobediencia o acción alguna que la haya expuesto a su aflicción.
1) Véase la importancia de compartir la esperanza de la sanidad divina con otros.
La puerta para la sanidad de Naamán fue abierta por una sirvienta judía que le recomendó buscar al profeta Elías. Los creyentes hacen bien cuando testifican a otros tanto del poder salvador como del poder sanador de Jesús.
2) Véase cómo Dios sabe qué hacer con cada persona. A Naamán se le dijo que se lavara siete veces en el río Jordán y esto le molestó. Su soberbia
“EN DEFINITIVA, EL QUE MANDO A LA PEQUENA ISRAELITA EN AUXILIO DE NAAMAN EL CAPITAN SIRIO, TAMBIEN ENVIA HOY COMO REPRESENTANTES SUYOS A HOMBRES, MUJERES Y JOVENES PARA QUE VAYAN A LLOS QUE NECESITAN AYUDA Y DIRECCION DIVINA”
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