Nelson Valle era tremendo jugador de los spike hasta la gorra, sus números hablaban por si solos, estaba a punto de que lo firmaran, solo esperaba el momento. Era el querendón del barrio, todo el mundo lo quería por su manera de comportarse y su forma de respetar a las personas. Sus padres se habían divorciado, no obstante, a pesar de eso continúo rumbo a su sueño, ser firmado. Cada domingos visitaba a la iglesia donde el pastor Jaime de La Rosa era su más ferviente admirador, este había sido pelotero y ahora estaba en el pastoreando. Ambos eran grandes amigos, Nelson siempre escucho con atención los consejos de su pastor y amigo. Llego el momento y la organización de Detriot le dio un contrato de (2) millones de dólares. El tiempo transcurría, pero de la noche a la mañana Nelson comenzó a cambiar, ya no era aquel muchacho de antes. El dinero corrompió sus sentimientos, su valía y su gran personalidad. La arrogancia lo arropo de pies a cabeza al punto de olvidarse de sus amigos, de su familia y de su gran amigo, el pastor De la Rosa. Ya en los Estados Unidos su primera temporada fue buena, pero, comenzó a juntarse con gente que no debía amaneciéndose en fiestas, bebiendo y usando drogas.
Su juego comenzó a deteriorarse de gran manera, un día uno de sus supuestos amigo del equipo le dijo que se inyectara exteriores los cuales le darían más fuerza y vigor. En los entrenamientos de su segunda temporada Nelson estaba de mal en peor, seguía inyectándose esteroides y lo agarraron en una prueba de dopaje. De esta manera fue despedido del equipo, trato de que otro equipo lo firmara pero la voz se había corrido y ahora nadie lo quería. De Detriot se traslado a Nueva York a ver si conseguía algún contrato, pero nada, un amigo que había conocido en Detriot le dio albergue. Pasaron los días, las semanas y los meses, su cuenta de banco con lo que le quedaba se había reducido. Una noche su amigo le dijo que por qué no usaba el dinero que le quedaba para comprar material (droga) y revenderlo. Este lo pensó por un momento y se decidió hacerlo. En tanto, su padre Oscar Valle en Puerto Rico que no había sabido de su hijo fue donde el pastor De La Rosa para informarle lo que estaba sucediendo. Nelson que había comprado el material se monto con mucho dinero hasta crear fama en los alrededores donde vivía.
Tenía un gran carro, cadenas y de todo, pero no se imaginaba que lo malo estaba por venir. Mientras, el pastor De La Rosa movió unos contactos suyos que le consiguieron la dirección de donde estaba Nelson. Este se monto en un avión y fue a Nueva York a visitar al muchacho aquel a quien él le daba consejos. Al llegar a Nueva York investigo el lugar donde se pasaba Nelson, era una especie de barra en un suburbio de esos de mala muerte. Ya en el lugar el pastor pregunto dónde se encontraba Nelson, un negro grandote lo miro de arriba abajo y entonces le dijo que él estaba en una oficina en la parte de atrás del lugar. En la oficina estaban contando dinero cuando de pronto la puerta se abrió, los que estaban allí sacaron sus armas, pero Nelson reconoció al pastor y dijo: “Tranquilos, no disparen, yo conozco a este hombre”. El encuentro no fue muy cálido, la arrogancia de Nelson invadió su boca, el pastor tomo la palabra y le dijo: “Oye, Nelson tus padres están muy preocupados y quieren saber de tu vida”. Este tomo la palabra y le dijo: “A mí no me importaba nada, ahora mismo usted sale de este sitio porque si no lo hace no soy, lo voy a hacer de mala gana”. El pastor lo miro fijamente y dos lágrimas bajaron por sus mejillas, otra vez la voz de Nelson dijo: “Acabe y lárguese, lárguese, lárguese que no quiero saber de usted”. Al momento dos hombres sacaron al pastor De La Rosa a empujones del lugar. No obstante, el muchacho se quedo como si nada y continúo contando el botín .
continuara...........................?
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