La escena nos presenta un periodo crítico en Israel, un tiempo de vida o muerte. Samuel y David habían sido líderes muy exitosos, excepto Saúl, el cual tuvo un comienzo promisorio llegando a la debacle delante del rostro de Dios. Israel carece ahora de una administración central y un ejército regular. Las cosas no andan, no hay líderes en las 12 tribus y existía una organización muy vaga.
Solo se piden ayuda solo en caso de emergencia y ocasionalmente, lideres inspirados, los jueces, se hacen cargo de la defensa militar cuando es necesario. La nación lleva operando de esa manera durante mucho tiempo y las tribus son tan independientes como para cambiar. Los filisteos han hecho de las suyas y sino se hace algo esta crisis pondría a prueba existencia de esta nación.
Pero, Jehová tenía todo preparado al dedillo, nos salimos de aquí por un momento y nos vamos a otra historia que esta ocurriendo simultáneamente.
Se trata de un problema familiar muy privado, dos esposas agriamente celosas tenían querellas constantes, una, la que tenia hijos, se mofaba constantemente de la otra a causa de su esterilidad.
Ana, la esposa sin hijos, se volvió a Dios en su desesperación, oro y le prometió dedicarle su hijo, el resultado fue un niño llamado Samuel. Ana cumplió su promesa a Dios y Samuel creció y llego a ser uno de los líderes mas grandes de Israel llegara a conocer. Tenia unan triple función: servia como profeta que podía discernir la voluntad de Dios, como sacerdote guiaba a Israel en su culto, era además, su comandante militar.
COMENTARIO
Si hacemos una cirugía de esta historia vemos como las luchas de Ana la madre de Samuel, fueron las luchas de Israel, su frustración la obligo a mirar a Dios y como resultado, su hijo Samuel sirvió en el tabernáculo en vez de seguir los pasos de su padre como agricultor. La historia de Ana demuestra que del dolor amargo puede brotar una gran promesa, si ese dolor lo lleva uno a Dios. Los israelitas que iban a experimentar muchos, muchos mas problemas en su historia, necesitaban el ejemplo de Ana.
Kako vazquez
historiador
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