Cuando el fresco aire de los cielos acaricia nuestras vidas entramos en una dimensión que desborda el poder de Dios a través del Espíritu Santo. De esta manera recibiremos un nuevo contingente de emociones divinas que marcarán la nueva visión que Dios quiere que sigamos. De ese momento en adelante cada decisión importante que tomemos deberá llevar el aval de este Consolador que no es solamente una difusa niebla, una vaga influencia o una idea mística, sino es una persona viva que puede comunicarse y hacerse real entre nosotros. Como tercer miembro de la Trinidad, el Espíritu Santo trabaja en nuestro interior de manera incansable en las situaciones que se nos presentan a diario, se comunica con nosotros, se abre a nosotros y por consiguiente debemos abrirnos a Él en respuesta.
También nos muestra atributos de personalidad como, intelecto (Romanos 8: 27), voluntad (1 Corintios 12:11) y sensibilidad (Efesios 4: 30) porque para tener una plena satisfacción y placer en nuestra existencia necesitamos de el, sin El no podríamos vivir nunca en el poder de Dios y conocer su fuerza en nuestra vida cotidiana. En la Biblia se lo describe de diferentes maneras, pero siempre con la misma intensidad que lo caracteriza: “El Buen Espíritu” (Nehemías 9:20), “El Espíritu de Dios” (Mateo 3:16), “El Consolador” (Juan 14: 16, 26), “El Espíritu de Verdad” (Juan 16:13), “El Espíritu de Cristo” (Romanos 8:9), “El Espíritu de Adopción” (Romanos 8:15) y “El Espíritu de Gracia” (Hebreos 10:29). Posee también otras dimensiones encaradas en símbolos tales como: Paloma (Mateo3:16), Voz (1 Reyes 19)12), Sellos (Efesios 1:13), “Agua y Agua Viva” (Isaías 44:3) y (Juan 7: 37-39), “Aceite” (1Samuel 16:13) y “Fuego” (Hechos 2:3).
El mundo actual se ha apartado del camino de Dios y no quiere reconocerlo como su verdadero Padre, nuestro camino espiritual necesita del Espíritu Santo para que nos señale el ágape verdadero hacia el Altísimo. Todo creyente de la palabra de Dios vive en constante acoso, es decir en una zona de guerra, antes cuando estábamos en el mundo pertenecíamos al ejercito de Satanás, no obstante, cuando nos unimos a Cristo llegamos al verdadero lado ganador. La nueva guerra que experimentaremos de parte de satán será mucho más dura porque tratará de detener nuestros avances en Jesucristo. No obstante, Dios estará al lado nuestro contribuyendo con fuerza y capacidad para derrotar al coludo.
EFECTOS DE SER LLENADOS CON EL ESPIRITU SANTO
1- Sabrás como nunca has sabido que Jesús vive como Señor con poder y autoridad hoy (Hechos 2:32-36).
2- Experimentarás la profundidad del amor de Dios para ti (Romanos 5.5) y entrarás en una certeza de paternidad (Romanos 8:15), (Gálatas 4:6), serás librado para amarle y alabarle con gozo y confianza (Efesios 5:18).
3- Tendrás un buen apetito por la Biblia y una mayor habilidad para usarla y para oír a Dios hablarte por medio de ella (Juan 16:13-15, Efesios 6:17).
4- Te volverás muy sensible a su presencia y guía (Efesios 4:30, Romanos 8:14), te volverás abierto para recibir los muchos y variados dones del espíritu.
5- Te abrirás más a los demás, mas amor hacia ellos y mas ilusionado por ser una parte activa en la iglesia que es el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-13).
6- Te volverás mas valiente para testificar de Jesús (Hechos 1:8).
7- Serás más consiente de la autoridad en Cristo Jesús sobre el enemigo, para que puedas mantenerte firme y ver la extensión del Reino de Dios. (Efesios 6:10-18).
EL ESPIRITU SANTO ES UNA PERSONA
Ser persona es tener o poseer personalidad. Nosotros como seres humanos tenemos un cuerpo físico, pero no por eso somos personas. Lo que nos convierte en personas es nuestra “personalidad”.
La personalidad no esta compuesta por nuestro cuerpo, sino por nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar. De la misma manera todo ser que pueda pensar, sentir y actuar tiene personalidad y por lo tanto es una persona.
Dios Padre no tiene cuerpo material, pero es una persona porque tiene personalidad. El Espíritu Santo tiene los mismos atributos que Dios por lo tanto también es una persona.
La personalidad se compone de:
• Intelecto: que es la capacidad de pensar.
• Sensibilidad: que es la capacidad de sentir.
• Voluntad: que es la capacidad de expresar nuestros pensamientos.
La verdadera personalidad consiste en preservar el equilibrio entre la mente, el corazón y la voluntad
El Espíritu Santo cumple con los requisitos para ser una persona. El se entristece, escudriña, tiene conocimiento, tiene intelecto, es celoso, da órdenes, enseña, consuela, nos recuerda, nos ayuda, nos aconseja, nos convence del pecado, intercede por nosotros, clama al Padre, etc, etc. Así de simple y clara es la Palabra de Dios. El Espíritu Santo es una persona que nos guía, nos habla, nos ayuda, nos consuela, nos convence del pecado, nos llama a hacer la obra, nos indica que y como orar. Jesucristo aceptó al Espíritu Santo como una persona, “os enviaré otro consolador”, aquí el Señor nos habla de otro semejante a él y que podría interceder, ayudar, consolar, enseñar, recordar, acciones que solo una persona puede realizar.
Para concluir podemos decir:
EL ESPIRITU SANTO:
•SIENTE Y ME AMA: Yo le amaré y trataré de agradarle siempre.
• PIENSA Y PLANEA SOBRE MÍ: Aprenderé de Él y haré mío su plan para mi vida.
•TIENE VOLUNTAD Y CON PODER LLEVA A CABO TODOS SUS PLANES:
Siempre le obedeceré, no traspasaré su voluntad jamás, dejaré que Él domine completamente mi personalidad.
Cuando el Espíritu Santo hace morada en nosotros, entonces muere nuestra personalidad, y nace y comienza a vivir la personalidad del Espíritu Santo en nosotros. Entonces a partir de ese momento tomamos su personalidad y comenzamos a actuar como Él. Hoy el Espíritu Santo está aquí como nuestro auxiliador pero nosotros todavía necesitamos invitarlo a nuestras vidas (Apocalipsis 3:20), El es un “caballero”….
EDWIN VAZQUEZ
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