Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba. Como ocurre en estos casos se entabló una conversación entre este y la persona que lo atendía. Hablaron de varias cosas y tocaron diferentes temas. En un momento de la conversación comenzaron a hablar de Dios y el barbero dijo
- Fíjese que yo no creo que Dios exista como usted dice.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O dígame, si acaso Dios existiera ¿habría tantos enfermos? ¿habría niños abandonados?. Si Dios existiera, no habría sufrimiento, ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonada la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacía mucho tiempo que no se los cortaba.
Entonces, entró de nuevo en la barbería y le dijo al barbero
- Sabe una cosa- Los barberos no existen.
- ¿Como que no existen? - Preguntó el otro - Si aquí estoy yo y soy barbero.
- ¡No! - Dijo el cliente - no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como ese hombre que va por la calle.
- ¡Ah! Los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
- ¡Exacto! - Dijo el cliente - Ese es el punto. Dios si existe, lo que pasa es que las personas no van hacia El y no lo buscan, por eso hay tanto dolor, miseria y falta de amor en el mundo.
Un escritor para un periódico local entrevistaba a un granjero sobre los efectos del tiempo reciente en sus cultivos. La lluvia abundante y las cosechas de soja y maíz del granjero estaban altas y lozanas.
Mis cultivos son muy vulnerables ahora, dijo el granjero.
Esta declaración sorprendió al periodista. Había planeado enfocar su artículo en la buena cosecha que se esperaba y la prosperidad económica que le traería a la ciudad.
El granjero continuó: Hasta una sequía corta tendría efectos devastadores.
¿Por qué?, le preguntó el reportero.
El granjero le explicó que mientras vemos la lluvia frecuentemente como un beneficio, durante tiempos de lluvia las plantas no se ven obligadas a empujar sus raíces a lo profundo en busca de agua. Las raíces permanecen cerca de la superficie, dejando a las plantas sin preparación para la sequía.
Su cultivo también corría peligro de vientos fuertes y tormentosos. De nuevo, debido a la estructura de raíces superficiales, un viento fuerte le haría perder toda su cosecha en unos pocos minutos.
Algunos creyentes disfrutan una abundancia de lluvias de bendición que vienen en la forma de cultos de alabanza, comunión con otros creyentes y tiempos de profunda enseñanza bíblica. Sin embargo, cuando el estrés entra a sus vidas, estos mismos creyentes se desaniman, abandonan a Dios o creen que Él es infiel. ¿Por qué? Sus raíces nunca crecieron más allá de la superficie.
Su vida espiritual es fuerte en la superficie, confiando en otros antes que en el tiempo que pasan con Dios en oración y en el estudio de su Palabra. Son sobre todo vulnerables a los fuertes vientos de la adversidad o al calor intenso del estrés.
Solo las raíces que crecen rotundas en Dios nos ayudarán a soportar los tiempos difíciles. Haz que tus raíces se profundicen más hoy. Pasa tiempo con el Señor... en la Palabra... y de rodillas.
Colosenses 2:6-7
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.
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¿Qué harías si pudieras cambiar un instante de tu vida?
Si pudieras, ¿qué harías?, pero y ¿qué te lo impide? Tal vez no puedas cambiar tu pasado pero si tu futuro.
Decídete y cambia, no te lamentes, actúa ya!
Escribe a este correo aritellez2011@gmail.com tiene una hermanita Cubana Bendiciones
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Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba. Como ocurre en estos casos se entabló una conversación entre este y la persona que lo atendía. Hablaron de varias cosas y tocaron diferentes temas. En un momento de la conversación comenzaron a hablar de Dios y el barbero dijo
- Fíjese que yo no creo que Dios exista como usted dice.
- Pero, ¿por qué dice usted eso? - Preguntó el cliente.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O dígame, si acaso Dios existiera ¿habría tantos enfermos? ¿habría niños abandonados?. Si Dios existiera, no habría sufrimiento, ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonada la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacía mucho tiempo que no se los cortaba.
Entonces, entró de nuevo en la barbería y le dijo al barbero
- Sabe una cosa- Los barberos no existen.
- ¿Como que no existen? - Preguntó el otro - Si aquí estoy yo y soy barbero.
- ¡No! - Dijo el cliente - no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como ese hombre que va por la calle.
- ¡Ah! Los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
- ¡Exacto! - Dijo el cliente - Ese es el punto. Dios si existe, lo que pasa es que las personas no van hacia El y no lo buscan, por eso hay tanto dolor, miseria y falta de amor en el mundo.
Mis cultivos son muy vulnerables ahora, dijo el granjero.
Esta declaración sorprendió al periodista. Había planeado enfocar su artículo en la buena cosecha que se esperaba y la prosperidad económica que le traería a la ciudad.
El granjero continuó: Hasta una sequía corta tendría efectos devastadores.
¿Por qué?, le preguntó el reportero.
El granjero le explicó que mientras vemos la lluvia frecuentemente como un beneficio, durante tiempos de lluvia las plantas no se ven obligadas a empujar sus raíces a lo profundo en busca de agua. Las raíces permanecen cerca de la superficie, dejando a las plantas sin preparación para la sequía.
Su cultivo también corría peligro de vientos fuertes y tormentosos. De nuevo, debido a la estructura de raíces superficiales, un viento fuerte le haría perder toda su cosecha en unos pocos minutos.
Algunos creyentes disfrutan una abundancia de lluvias de bendición que vienen en la forma de cultos de alabanza, comunión con otros creyentes y tiempos de profunda enseñanza bíblica. Sin embargo, cuando el estrés entra a sus vidas, estos mismos creyentes se desaniman, abandonan a Dios o creen que Él es infiel. ¿Por qué? Sus raíces nunca crecieron más allá de la superficie.
Su vida espiritual es fuerte en la superficie, confiando en otros antes que en el tiempo que pasan con Dios en oración y en el estudio de su Palabra. Son sobre todo vulnerables a los fuertes vientos de la adversidad o al calor intenso del estrés.
Solo las raíces que crecen rotundas en Dios nos ayudarán a soportar los tiempos difíciles. Haz que tus raíces se profundicen más hoy. Pasa tiempo con el Señor... en la Palabra... y de rodillas.
Colosenses 2:6-7
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.
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¿Qué harías si pudieras cambiar un instante de tu vida?
Si pudieras, ¿qué harías?, pero y ¿qué te lo impide? Tal vez no puedas cambiar tu pasado pero si tu futuro.
Decídete y cambia, no te lamentes, actúa ya!
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