Como reales cristianos que amamos y servimos a Dios debemos fructificar nuestro crecimiento siendo continuamente productivos. Debemos estar sanos en nuestro corazón y motivados para regar la semilla divina y dejar atrás ese estancamiento que solo trae frustraciones a nuestra vida. Dejate guiar por el Espíritu Santo para que el propósito de Dios arrope tu vida y puedas ser rico en bendiciones. Por nuestra voluntad y entrega podemos capacitarlo o por nuestra…
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