MORIR EN CRISTO..... EL COSTO DE SER DISCÍPULOS

[EDWIN KAKO VAZQUEZ]

En estos días la frase: “Morir con Cristo” se inactiva y se pierde en el vacío de la conciencia humana. Saben por qué, porque la repetimos sin conciencia sin tener una idea de la verdadera dimensión de la muerte. Para muchos oídos “Morir en Cristo” suena desagradable por que habla de un camino que jamás escogerían por su propia voluntad.

Definitivamente la carne no puede acompañar al espíritu por que la misma debe ser clausurada, esto se asienta en que no hay otro camino para poder transitar en intimidad con nuestro Padre. Es necesario y contundente que Su espíritu nos conduzca por la vía que no queremos transitar.

Hay tanto que percibir en el misterio de la vida espiritual, una dimensión que se abre ante nuestra razón y que se manifiesta en lo sobrenatural. En Romanos el apóstol Pablo declara:” NO PERDEMOS ESPERANZA, SIN EMBARGO, DE QUE EL COMPROMISO DEL SENOR ES TERMINAR LA OBRA QUE COMENZÓ EN NOSOTROS”.

No es necesaria la muerte física para lograr la identificación con el Señor, cada vez que somos tratados injustamente o que experimentamos la inquietud o la traición Cristo nos invita a morir. Al ocurrir esto nuestro espíritu recordara el doloroso proceso de cargar una cruz y caminar la distancia desde la cárcel hasta las afueras de la cuidad como lo hizo Jesús.

Te pregunto: “Estarás dispuesto o dispuesta a morir en Cristo? Sencillamente la clave para “Morir en Cristo” estriba en no prestar atención a los indignados reclamos de nuestra carne. Es dejar que el reino se manifieste con mayor intensidad en nuestras vidas, este fue el camino que también escogió nuestro Señor. AMEN