UN GRITO QUE DEMOLIO UNA CUIDAD

[EDWIN KAKO VAZQUEZ]

Tranquilos hermanos, hagan silencio, venimos del futuro para ser testigos de la conquista de Jericó, no se dejen ver de los vigías que montan guardia en las murallas. Nos quedaremos aquí y dejemos que corra la historia, las puertas de la ciudad están cerradas nadie entra ni sale, se espera un ataque de un momento a otro de parte de los israelitas. Todos están fuertemente armados, los arqueros se encuentran apostados en puntos estratégicos de la muralla para dispararle a todo lo que se mueva. Sin embargo, ellos no se imaginan que la voluntad divina dará la victoria a los hebreos sin tener que usar sus armas.

Acaban de llegar unos espías y están informando que los israelitas están realizando ciertas ceremonias religiosas y no poseen un arma poderosa de guerra para enfrentarla a una ciudad fortificada. La vigilancia continuaba y cierto día observaron que los israelitas formaban una procesión fuera del campamento de Israel corriéndose la voz de que atacarían. Los soldados fueron enviados a sus puestos de batalla, pero el ataque no se produjo. 

Las murallas estaba llenas de soldados y personas observando aquel espectáculo asombroso y cuando la procesión dio la séptima vuelta Josué dijo al pueblo —gritad porque Jehová os ha entregado la ciudad, solamente Rahab la ramera vivirá con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. De repente cuando los sacerdotes tocaron las trompetas se oyó un gran alarido y el muro se derrumbó.
Centenares de hombres que estaban ubicados en las murallas para defender la ciudad se cayeron y perecieron dejando así la ciudad abierta para los israelitas. De esta manera Jericó fue sitiada ganando Israel su primera batalla.

COMENTARIO
Cuando en el camino de la recuperación encontramos barreras que parecen indestructibles, Dios hace que se desmoronen y nos permite ser victoriosos. Pero necesitamos hacer las cosas a su manera, aun cuando no siempre entendamos porque. La cuidad de Jericó simboliza esos problemas que ocurren con mayor frecuencia al inicio de nuestra experiencia de caminar en el Espíritu, cuando enfrentamos algo que nos ha desconcertado y que se ha burlado de nosotros durante mucho tiempo.

ED VAZZ