LA SERPIENTE DE BRONCE' UN LLAMADO A TU CONCIENCIA

Otra vez el pueblo de Israel volvía a murmurar y Dios toma medidas disciplinarias una vez más, les envía serpientes ardientes para que les mordieran y murieran. Ellos sabían que Dios estaba ofendido y acudieron a Moisés para que les ayudara nuevamente. Los hechos comienzan cuando desde el monte Hor los israelitas se fueron hacia el Mar de los Juncos evitando pasar por el territorio de Edom. En esta nueva expedición el pueblo israelita se desesperó y comenzaron a protestar contra Dios.

Efectivamente Dios estaba ofendido y cada vez que las serpientes mordían a alguien este moría en el acto siendo muchos los que fallecieron por esta causa. Al ver esto los israelitas se presentaron ante Moisés para que intercediera a favor de ellos delante de Dios. Ellos replicaron: "Por favor, pídele a Dios que se lleve las serpientes de aquí". De esta manera Moisés le pidió a Dios que los perdonara y este contestó: "Haz un asta y coloca en ella una serpiente de bronce, cuando alguna serpiente muerda a uno de ellos, con tan solo mirar hacia la serpiente en el asta, no morirá".

Se preguntara amigo lector, por qué una serpiente de bronce, que implicación o explicación podría tener esto. En Génesis 3:14 vemos como Dios maldijo a la serpiente, como ahora era usada para la expiación de su Hijo. "Y Jehová dijo a la serpiente, por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias, sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tu vida". No obstante, si buscamos una explicación mediante la palabra encontramos que: (1) el asta simbolizaba el madero donde sería Cristo sacrificado, la cruz donde moriría por los pecados del mundo. (2) la serpiente era la maldición misma por el pecado, Cristo se haría maldición al cargar nuestro pecados. (3) el bronce simbolizaba juicio y expiación por el pecado, condenación a muerte.

Una mirada bastaba para no morir de la picadura de las serpientes, igualmente bastaría con tan solo mirar al Calvario y creer en el sacrificio del hijo para alcanzar la salvación. Cristo estaría expuesto en la cruz ofrendando su vida por todos y si miras hacia él serás salvo. Todavía sigue salvando pues él salva perpetuamente, por la fe en Cristo seremos salvos, pero debemos mirar a la cruz. Los israelitas no podían entender que este suceso reflejaba un mensaje tan importante. Sin embargo, nosotros al tiempo de hoy si hemos alcanzado la madurez espiritual, podemos tener una visión clara al respecto.

Una mirada de fe te salvará, mira hacia la cruz y cree que murió por todos tus pecados. La salvación no viene con una cierta fórmula mágica. Viene por la fe simple, mirando hasta la cruz de Jesús y creyendo que él murió en mi lugar en la cruz. No hay otra manera de la salvación. "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). No hay otro nombre que usted pueda invocar para ser salvado.

Ninguna otra persona en este mundo te ofrece una relación directa con Dios. Tenga mucho cuidado con el nombre que alguien le sugiera en su oído. Cualquier otro nombre o persona le enviará al infierno. La salvación viene por gracia con la fe en Jesús Cristo solamente.
Cómo es de trágico, pero en la historia de Israel la serpiente de bronce se convirtió en un objeto idólatra de adoración y tuvo que ser destruida en las reformas que hizo el rey Ezequías. La salvación vino no a través de la serpiente en el asta, sino a través de la disposición soberana de Dios. No fueron salvados por lo que vieron, sino por el salvador.

Vivimos en un día en el cual los hombres toman objetos e imágenes sagrados y los convierten en objetos idólatras de la adoración y de la creencia. El objeto de nuestra fe debe siempre ser el señor Jesús.

EDWIN KAKO VAZQUEZ
ESCRITOR E HISTORIADOR CRISTIANO

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